El Papa ha pedido no “eternizar” a nadie en los altos cargos de los movimientos religiosos y que “sea siempre el mismo o la misma”, algo que ha señalado como “una cosa fea” porque ninguna persona es “indispensable”. “Todos son buenos, pero no todos son indispensables. No somos indispensables. Termino este trabajo de coordinador o coordinadora, no sé cómo se llama allí, ya sea del grupo, de los países o en general, me voy a casa, es decir, entro en los grupos como una persona normal y corriente. ‘No, pero yo hice esto, ahora me toca…’. No toca nada, ¡a ti te toca ir a casa!”, ha reflexionado …