La vida tal como la conocía terminó para Matt Capelouto dos días antes de Navidad en 2019, cuando encontró a su hija de 20 años, Alexandra, muerta en la habitación de su infancia en Temecula, California. La ira superó al dolor cuando las autoridades dictaminaron que su muerte fue accidental. La estudiante de segundo año de la universidad, que estaba pasando las vacaciones en casa, había tomado media pastilla que compró a un dealer a través de Snapchat. Resultó ser fentanilo, el poderoso opioide sintético que ayudó a que las muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos ascendieran a m…