El primer ministro británico, Boris Johnson, ha afirmado este miércoles que no sería “responsable” dimitir por el escándalo sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia del coronavirus, a pesar de que cada vez más diputados conservadores piden un cambio de líder. Johnson ha justificado que se mantiene en el cargo por la “gran agenda” política con la que tiene que cumplir. Ha destacado “grandes presiones económicas”, entre ellas, la guerra de Ucrania. El político británico ha admitido haberse encontrado “sorprendido y muy desconcertado” cuando fue multado por la Policía Metropolitana…